Posted by : Cristhian
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Lo más
difícil acerca del concepto cristiano de la Trinidad, es que no hay manera de
explicarlo de forma apropiada. Para cualquier ser humano, la Trinidad es un
concepto imposible de entender por completo, sería imposible explicarlo. Dios
es infinitamente más grande de lo que somos nosotros, por tanto no deberíamos
esperar estar en capacidad de entenderlo por completo. La Biblia enseña que el
Padre es Dios, que Jesús es Dios, y que el Espíritu Santo es Dios. También
enseña que hay solamente un Dios. Aunque podemos entender algunos hechos acerca
de la relación una con otra, de las diferentes personas de la Trinidad, a la
larga, es incomprensible para la mente humana. Sin embargo, esto no significa
que no es verdad o que no está basado en las enseñanzas de la Biblia.
Al estudiar este tema, tenga en mente que la palabra “Trinidad” no se utiliza
en la Escritura. Este es un término utilizado para procurar describir al trino
Dios, y la realidad de que hay tres personas coexistentes, coeternas de las que
Dios se conforma. Entienda que de NINGUNA MANERA está sugiriendo tres Dioses.
La Trinidad es un Dios compuesto de tres personas. No hay nada de malo con usar
el término “Trinidad”, aún cuando la palabra no se encuentra en la Biblia. Es
más corto utilizar la palabra “Trinidad” que decir “3 personas coexistentes,
coeternas que conforman un Dios”. Si esto representa un problema para usted,
considere esto: la palabra abuelo tampoco es utilizada en la Biblia. Abraham
fue el abuelo de Jacob. De manera que, no se obsesione con el término mismo
“Trinidad”. Lo que en realidad debe importar, es que el concepto REPRESENTADO
por la palabra “Trinidad” existe en la Escritura. Además de esta introducción,
presentaremos versículos bíblicos en la discusión de la Trinidad.
(1) Hay un Dios: Deuteronomio 6:4; 1ª Corintios 8:4; Gálatas 3:20; 1ª Timoteo
2:5.
(2) La Trinidad está compuesta de tres Personas: Génesis 1:1; 1:26; 3:22; 11:7;
Isaías 6:8; 48:16; 61:1; Mateo 3:16-17; 28:19; 2ª Corintios 13:14. Es
provechoso el conocimiento del idioma Hebreo, para el mejor entendimiento de
los pasajes del Antiguo Testamento. En Génesis 1:1, se utiliza el nombre plural
“Elohim”. En Génesis 1:26; 3:22; 11:7 y en Isaías 6:8, se usa el pronombre
plural para “nosotros”. SIN duda, “Elohim” y “Nosotros” se refieren a más de
dos. En el idioma Español tenemos dos formas, singular y plural. En el idioma
Hebreo tenemos tres formas: singular, doble y plural. Doble es SOLAMENTE para
dos. En Hebreo, la forma doble es utilizada para cosas que vienen en pares como
los ojos, orejas y manos. La palabra “Elohim” y el pronombre “nosotros” son
formas plurales – definitivamente mas que dos – y deben estarse refiriendo a
tres o más (Padre, Hijo, Espíritu Santo).
En Isaías 48:16 y 61:1, el Hijo está hablando mientras hace referencia al Padre
y al Espíritu Santo. Compare Isaías 61:1 con Lucas 4:14-19 y se dará cuenta de
que es el Hijo hablando. Mateo 3:16-17 describe el evento del bautismo de
Jesús. En este se ve a Dios el Espíritu Santo descendiendo sobre Dios el Hijo
mientras Dios el Padre proclama Su complacencia en el Hijo. Mateo 28:19 y 2ª
Corintios 13:14 son ejemplos de 3 personas distintas en la Trinidad.
(3) Los miembros de la Trinidad se distinguen el uno del otro en varios
pasajes: En el Antiguo Testamento, “JEHOVA” se distingue de “Jehová” (Génesis
19:24; Oseas 1:4). “JEHOVA” tiene un “Hijo” (Salmos 2:7, 12; Proverbios
30:2-4). El Espíritu se distingue de “JEHOVA” (Números 27:18) y de “Dios”
(Salmos 51:10-12). Dios el Hijo se distingue de Dios el Padre (Salmos 45:6-7;
Hebreos 1:8-9). En el Nuevo Testamento, Juan 14:16-17 es donde Jesús ruega al
Padre que envíe un Consolador, el Espíritu Santo. Esto muestra que Jesús no se
consideró el Padre o el Espíritu Santo. Tome en cuenta también todos los otros
tiempos en los Evangelios, en donde Jesús habla al Padre. ¿Estaba hablándose a
Sí mismo? No. El habló a otra persona de la Trinidad – al Padre.
(4) Cada miembro de la Trinidad es Dios: El Padre es Dios: Juan 6:27; Romanos
1:7; 1ª Pedro 1:2. El Hijo es Dios: Juan 1:1, 14; Romanos 9:5; Colosenses 2:9;
Hebreos 1:8; 1ª Juan 5:20. El Espíritu Santo es Dios: Hechos 5:3-4; 1ª
Corintios 3:16 (Aquel que mora en el Espíritu Santo – Romanos 8:9; Juan
14:16-17; Hechos 2:1-4).
(5) La subordinación dentro de la Trinidad: La Escritura muestra que el
Espíritu Santo es subordinado al Padre y al Hijo, y el Hijo es subordinado al
Padre. Esta es una relación interna, y no niega la deidad de ninguna persona de
la Trinidad. Esta es simplemente un área en la cual nuestras mentes finitas no
pueden entender lo concerniente al Dios infinito. Concerniente al Hijo veamos:
Lucas 22:42; Juan 5:36; Juan 20:21; 1ª Juan 4:14. Concerniente al Espíritu
Santo veamos: Juan 14:16; 14:26; 15:26; 16:7 y especialmente Juan 16:13-14.
(6) Las labores de los miembros individuales de la Trinidad: El Padre es el
recurso o causa esencial de: 1) el universo (1ª Corintios 8:6; Apocalipsis
4:11); 2) la revelación divina (Apocalipsis 1:1); 3) la salvación (Juan
3:16-17); y 4) las obras humanas de Jesús (Juan 5:17; 14:10). El Padre PONE EN
MARCHA todas estas cosas.
El Hijo es el agente a través de quien el Padre hace las siguientes obras: 1)
la creación y mantenimiento del universo (1ª Corintios 8:6; Juan 1:3;
Colosenses 1:16-17); 2) la revelación divina (Juan 1:1; Mateo 11:27; Juan
16:12-15; Apocalipsis 1:1); y 3) la salvación (2ª Corintios 5:19; Mateo 1:21;
Juan 4:42). El Padre hace todas estas cosas a través del Hijo, quien hace las
veces de Su agente.
El Espíritu Santo es el medio por el cual el Padre hace las siguientes obras:
1) la creación y mantenimiento del universo (Génesis 1:2; Job 26:13; Salmos
104:30); 2) la revelación divina (Juan 16:12-15; Efesios 3:5; 2ª Pedro 1:21);
3) la salvación (Juan 3:16; Tito 3:5; 1ª Pedro 1:2); y 4) las obras de Jesús
(Isaías 61:1; Hechos 10:38). De este modo el Padre hace todas estas cosas por
el poder del Espíritu Santo.
Ninguna de las ilustraciones populares son descripciones completamente exactas
de la Trinidad. El huevo (o manzana) cae en que la cáscara, clara, y yema son
partes del huevo, no del huevo en ellas mismas. El Padre, Hijo y Espíritu Santo
no son partes de Dios, cada uno de ellos es Dios. La ilustración del agua hasta
cierto punto es mejor, pero todavía falla en describir adecuadamente a la
Trinidad. El líquido, el vapor y el hielo, son formas del agua. El Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo no son formas de Dios, cada uno de ellos es Dios. De
manera que, mientras estas ilustraciones puedan darnos una representación de la
Trinidad, la representación no es completamente certera. Un Dios infinito no
puede ser descrito completamente, por una ilustración finita. En lugar de
enfocarse en la Trinidad, trate de enfocarse en el hecho de la grandeza de Dios
y en la naturaleza infinitamente superior a nosotros mismos. “¡Oh profundidad
de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son
sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del
Señor? ¿O quién fue su consejero?” (Romanos 11:33-34).